viernes, 3 de diciembre de 2010

UN PARTIDO, UN PROGRAMA

"...Hoy gracias a ese esfuerzo inteligente dejamos el escenario de tres o cuatro "radicalismos" que circulaba en el imaginario colectivo. Hoy nadie duda entre los argentinos. Hay un solo partido cobijado bajo una sola sigla..."

Por Leopoldo Moreau.


Muchos creen--y con algo de razon--que el radicalismo esta en un proceso de recuperación. Es bueno,a pocos dias de cerrarse la decada recordar donde estabamos hace diez años y donde estamos ahora. A fines del 2001 la desaparicion del partido era una hipotesis que no solo contaba con adeptos--dentro y fuera de la UCR--sino que se apoyaba en datos objetivos de la realidad.
Pienso que el primer paso --encabezado por Raul Alfonsin y algunos de nosotros--que se dio en el camino de no abandonar el escenario politico fue tener un papel activo en poner de pie,desde el parlamento,un gobierno detransición que tuviera la capacidad de reconstruir los fundamentos basicos del funcionamiento de la economia y del sistema politico-insititucional.
En esos dias aciagos se llego a sostener que la argentina debía gobernarse a traves de una administracion internacional y estuvimos al borde de desembocar en la dolarización de la economía, es decir, en la desaparicion definitiva del estado, de la soberania y de la política. Y sin esos elementos no hay radicalismo.Asi es que maltrechos, débiles y con responsabilidades cargadas en una pesada mochila pusimos las primeras piedras de la reconstrucción. Hubo que afrontar egoísmos, denuncias de pactismo y mezquindades que en momentos de crisis son la linea divisoria entre los mediocres y los politicos de raza y coraje. Mas adelante se presento un dilema igualmente importante para lo que iba a ser el futuro del radicalismo:concurrir o no a las elecciones presidenciales del 2003 y si se decidia partiicipar hacerlo apoyando candidaturas externas a la estructura partidaria como las de Lopez Murphy o Carrio o con candidatos propios.
El debate fue fuerte, las deserciones muchas y las confusiones muchas mas pero finalmente--y mas alla del resultado electoral--esa sigla que hoy atrae a tantos no se vendio ni se alquilo,manteniendo su valor histórico.
Pero la tarea de la reconstruccion continuo transitando por un camino arduo,dificil y a veces tortuoso.
El paso siguiente--el mas reciente de los que dimos--fue concretar la reunificacion del partido. Sin esa articulación, a la que muchos nos volcamos, dejando atras agravios no habia ninguna posibilidad de recuperar la visibilidad del partido.
Hoy gracias a ese esfuerzo inteligente dejamos el escenario de tres o cuatro "radicalismos" que circulaba en el imaginario colectivo. Hoy nadie duda entre los argentinos. Hay un solo partido cobijado bajo una sola sigla. Y pensar que hay algunos papanatas que dicen que nosotros achicamos el partido. Es al revés: fuimos--como la mayoria de los radicales-- las victimas del abandono de los principios y la ideologia partidaria que por supuesto nos llevo al borde de un colapso definitivo del que nos hicimos cargo con conviccion y con inclaudicable vocacion de servicio. Ahora bien: ¿ se llego al final del camino ? .Para nada. Queda por delante la tarea de resignificar al radicalismo y esto solo es posible desde el debate y la discusion--no de las candidaturas--sino de la politica ,que nos permita desembarcar en un proyecto de pais sostenido en nuestros valores democráticos, inclusivos y nacionales. Hay que decirlo: desde hace una decada ese debate esta postergado o clausurado. No se reunen los plenarios del Comite Nacional; las Convenciones Nacionales se transformaron en puestas en escena mediáticas. El resultado esta a la vista: contradicciones en el accionar parlamentario, desorientacion frente a las iniciativas del oficialismo y seguidismo de las estrategias de grupos concentrados que pretenden que asumamos como propios sus intereses y sus contradicciones con el poder. En estos dias estas falencias se estan exhibiendo brutalmente. No se ha podido siquiera consensuar un fixture elemental de trabajo partidario: el mismo dia de la discusion del presupuesto nacional se dispuso un traumatico cambio de las autoridades del bloque de diputados. Se decidio que el mismo dia que se va reunir la Convencion Nacional del partido se haga la proclamacion de una de las precandidaturas presidenciales. Pareciera que impera mas un hiperactivismo angurriento que la racionalidad integradora. Por ultimo, se ha llegado a la intolerancia mesianica de descalificar por los medios comunicacion las pretensiones de posicionar candidaturas que no coinciden con las que sostiene un sector. Así, no seguiremos por un camino ascendente. Todo lo contrario, viviremos la euforia de un crecimiento que solo estara en nuestra imaginacion e instalado en nuestro propio microclima. Estamos a tiempo: el 3 en la Convencion Nacional sentemos a todos los radicales y cara a cara discutamos programas y estrategias.

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